Después de tres años de investigación, el proyecto GAIA ha llegado a su fin con resultados prometedores que suponen un avance significativo en la producción de biocombustibles sostenibles, como el biometano y el butanol, a partir de recursos renovables como el CO2 y las aguas residuales. Este desarrollo tecnológico, basado en la bioelectroconversión microbiana, ha permitido optimizar tanto el diseño como la operativa de sistemas bioeléctricos, posicionando la tecnología como una opción viable en la lucha por la descarbonización y la economía circular.

El proyecto, llevado a cabo por un consorcio multidisciplinario liderado por Leitat en el que han participado Facsa y la Universidad de Girona, ha logrado identificar las mejores condiciones operativas y materiales para construir reactores eficientes. Estos avances permiten mejorar la productividad del proceso y reducir los costes de producción, acercando la tecnología GAIA a una posible comercialización en el futuro.

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