Recta final para conocer si el Gobierno podrá, como es su intención declarada, hacer permanente el impuesto especial que grava los ingresos de las compañías energéticas. El tributo, previsto inicialmente para 2023 y 2024, ha recaudado 1.644 y 1.164 millones de euros, respectivamente. Repsol ha desembolsado este año unos 335 millones por el impuesto; Endesa, pagó 202 millones; Iberdrola, 157 millones y Cepsa 240 millones. Naturgy, por su parte, cifró en 300 millones su impacto en 2023.

El tributo, pergeñado al calor de la crisis energética derivada de la invasión rusa de Ucrania, grava el 1,2 % sobre el importe de la cifra de negocio de las compañías del ramo que facturasen más de 1.000 millones en 2019. Concebido como una prestación patrimonial, no afecta a los ingresos de las actividades reguladas, como por ejemplo la PVPC de electricidad o la tarifa TUR de último recurso de gas.

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