Cerramos un mes de grandes cambios en el escenario político, que impactan en el conjunto de la economía y también en nuestro sector. Este miércoles el Parlamento Europeo ratificó al Colegio de Comisarios, con lo que Teresa Ribera es ya oficialmente vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea para la Transición Limpia, Justa y Competitiva. Ribera se marcha a Bruselas y en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se queda una persona ya conocida para nuestro sector: la ya ex Secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, que asume también la Vicepresidencia Tercera del Gobierno y a quien sustituye Joan Groizard, hasta ahora Director General del IDAE.

Se abre una nueva etapa en el Ministerio y también en Bruselas, donde las audiencias de los ya comisarios han permitido escuchar voces destacando el enorme potencial de los combustibles renovables, en línea, por cierto, con las recomendaciones de Mario Draghi para mejorar la competitividad europea. Desde el “futuro brillante” que prevé el Comisario de Acción Climática, Wopke Hoekstra, hasta el compromiso con una transición “que tenga en cuenta las preocupaciones sociales” de Teresa Ribera. Y más allá de las declaraciones, cabe señalar propuestas más concretas como la del Comisario de Transporte Sostenible y Turismo, Apostolos Tzitzikostas, de incluir los combustibles renovables en el futuro Plan de Transporte Sostenible.

Desde AOP seguiremos con atención la evolución de estas posturas y también pondremos énfasis en la defensa de nuestras propuestas. Recordando en todo caso que la política europea debería promover un enfoque de la transición energética compatible y coherente con la neutralidad tecnológica, permitiendo a las distintas opciones competir entre sí, no solo en la cobertura de las necesidades energéticas, sino también en el cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones. Y un enfoque de neutralidad tecnológica es un espacio en el que los combustibles renovables pueden desplegar todo su potencial, en todos los modos de transporte.

Recordando, además, que ese enfoque de neutralidad tecnológica es la mejor base para sostener un marco jurídico y fiscal estable, cierto y que permita generar confianza, que, además, proporcione las bases necesarias para abordar las inversiones programadas por parte de la industria para la descarbonización.

Porque esa es la forma de abordar grandes desafíos, como la neutralidad climática y la reducción de emisiones, desde la confianza y la colaboración, contando con todos para sumar fuerzas y aunar esfuerzos.