La Unión Europea ha vivido esta semana una batalla clave para garantizar el futuro del hidrógeno. La disputa política se salva con una gran victoria francesa, ya que la Comisión Europea permitirá la producción de hidrógeno con energía nuclear, al menos, hasta el año 2030 para lograr el desbloqueo definitivo del hidroducto Barcelona y Marsella que tanto interesa a España y Alemania.

Bruselas logra así un acuerdo para desbloquear definitivamente el llamado Acto delegado del hidrógeno, una norma clave para definir las plantas que podrán recibir ayudas comunitarias, y que permitirá el despegue de millonarias inversiones que estaban ahora misma paradas por la falta de una regulación clara. Esta situación estaba ya levantando protestas entre los principales promotores de estas inversiones que resultan estratégicas para alcanzar los objetivos del Repower EU y reducir la dependencia del gas de Rusia.

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