La transición hacia la electrificación y las restricciones sobre los vehículos de combustión están llevando a las grandes petroleras a redefinir sus estrategias para adaptarse a un mercado en rápida transformación. Con la Unión Europea planeando prohibir la venta de vehículos de combustión en 2035 y restringir su circulación para 2050, empresas como Repsol y Cepsa se están preparando para afrontar el cambio y reducir su dependencia de los combustibles fósiles.

Recientemente, Cepsa anunció un cambio de imagen bajo el nombre de Moeve, en un intento por desmarcarse de su asociación con los combustibles tradicionales. Ahora, Repsol también ha dado un paso importante hacia la sostenibilidad con la introducción de Nexa, un combustible alternativo que ya está disponible en más de 580 estaciones de servicio en España. Este nuevo carburante promete reducir hasta en un 90 % las emisiones de carbono en comparación con el diésel convencional, lo que representa un avance significativo en la búsqueda de alternativas de bajas emisiones.

Puede leer la noticia completa en LA RAZON