La presión del Gobierno sobre las petroleras para abaratar el precio de los carburantes comienza a surtir efecto. España ha dejado de ser uno de los países europeos con el precio antes de impuestos (PAI) de estos productos más altos de Europa, según las últimas estadísticas publicadas por el Boletín Petrolero de la Unión Europea.

A finales del pasado mes de agosto, cargar en España un litro de gasolina de 95 octanos costaba -antes de impuestos- 0,81 euros, un precio que se situaba sólo por detrás de Dinamarca en el ranking europeo y que quedaba un 5% por encima de la media continental. En el caso del gasóleo para automoción, el precio era el sexto más caro de la Unión Europea con un coste de 0,81 euros por litro, un 3% por encima la media europea. Estas cifras, alentadas por el ya habitual encarecimiento veraniego de los carburantes de manera previa a los grandes desplazamientos de salida y regreso de las vacaciones, provocaron un aumento de la inflación por encima del 3% en agosto y obligaron a reaccionar al Gobierno, que inició una campaña de acoso y derribo contra el sector personalizada en el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria.

Las críticas a los márgenes de las petroleras por parte del Ejecutivo y la amenaza de tomar medidas de los últimos dos meses parecen haber surgido efecto. Hoy, el precio de la gasolina y el gasóleo antes de impuestos en España ocupa los puestos 18 y 14 en el ranking europeo y se sitúa ya por debajo de la media continental. Para comparar precios es importante excluir el impacto de los impuestos, ya que en España la presión fiscal es menor que en los países vecinos y, por este motivo, los precios de venta al público están entre los más baratos del continente.

El precio sin impuestos de los carburantes desde agosto ha experimentado una rebaja del 11,6% en el caso de la gasolina y del 5,5% en el gasóleo. En ambos casos, la reducción duplica a la registrada en el mismo periodo en la zona euro (6,53% en gasolina y 2,6% en gasóleo) y en la Unión Europea (-7,8% y -2,8%, respectivamente). Las petroleras achacan el abaratamiento a la caída de las cotizaciones internacionales de ambos productos. No obstante, las cifras evidencian que en España la rebaja va más allá de la cotización internacional y podría estar afectando al otro componente del precio antes de impuestos: los márgenes brutos de distribución.

Esta partida -que aumentó un 20% entre los años 2007 y 2010 según la la Comisión Nacional de la Competencia (CNC)- abarca los costes logísticos y las ganancias netas del operador o del pequeño gasolinero. Fuentes del sector insisten en que las empresas están haciendo un «esfuerzo» en el ajuste de precios, tal y como le prometieron a Soria sus máximos directivos en la reunión del pasado 13 de septiembre.

La mayor rebaja en el precio de los carburantes se produce después de que el ministro de Industria anunciara el 16 de octubre que tomará «medidas» para el sector atendiendo a los informes publicados por la CNC y la Comisión Nacional de la Energía (CNE). En cifras, la gasolina y el diésel bajaron en España entre los días 15 y 22 un 6,5% y un 2,5%, respectivamente, frente a las reducciones del 2,6% y 0,5% en la UE.

Víctor Martínez