Cuatro años después del confinamiento domiciliario que hundió el consumo de los carburantes, los datos siguen por debajo de los niveles prepandemia, aunque poco a poco se vislumbra una normalización de los mismos. Según los datos de la Corporación De Reservas Estratégicas De Productos Petrolíferos (CORES) el uso de los combustibles de automóviles se ubicó en las 18,97 millones de toneladas entre enero y agosto de 2024, frente a las 19,33 millones del mismo periodo de 2019, menos de un 2% por debajo de los niveles previos a la pandemia. Con respecto a los primeros ocho meses de 2023, el uso de combustibles ha crecido un 2,85%.

Esto se debe, principalmente, al gran impulso de la gasolina. El parque automovilístico español usa mayoritariamente el diésel y representaba hace diez años, en 2014, cerca del 70% de las nuevas matriculaciones, una tendencia que ha ido tornándose en favor de los vehículos de gasolina e híbridos en los últimos años, que ha reducido su cuota de nuevas matriculaciones por debajo del 10%, según los datos de septiembre de las patronales automovilísticas.

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