A la hora de garantizar el adecuado funcionamiento y el éxito comercial de una gasolinera, la iluminación juega un papel clave. Al igual que la limpieza, el servicio amable y la seguridad del entorno, una buena iluminación invita a repostar.

No obstante, mejorar la calidad de la iluminación de una gasolinera puede suponer un considerable aumento de los costes de energía, por lo que habrá que apostar por un sistema optimizado y eficiente.

La iluminación de una estación de servicio oscila —según los casos— entre el 15% y el 45% del coste total por consumos energéticos, pero es obvio que tiene un alto impacto en la marca, atrae a los clientes (e influye en las ventas) y, además, crea sensación de confort y seguridad. Así pues, el truco está en optimizar la iluminación y no perder ni presencia ni visibilidad; obtener el máximo impacto visual con la mayor reducción de costes posibles.

LA NORMA Y LA SEGURIDAD
Hoy día, la iluminación de una estación de servicio debe cumplir con la legislación actual sobre medio ambiente y seguridad. En Europa, la normativa aplicable se incluye en la directiva ATEX, acrónimo que proviene del francés Atmosphère explosible. Esta directiva regula los equipos eléctricos y no eléctricos, y los sistemas de protección para su uso en atmósferas potencialmente explosivas; así pues, se establece que, en determinadas áreas, igual que la seguridad impone no fumar o parar el motor del coche, también se requiere el uso exclusivo de equipos eléctricos certificados. Buscar un servicio integral, que estudie las necesidades de una estación de servicio concreta y que se ocupe de toda la instalación, puesta en marcha y mantenimiento es, sin duda, objetivo a perseguir.

Ledtronic, iluminación profesional LED y distribuidor oficial de Ilumia Lightning, ahorra un 85% del consumo de electricidad y cuenta con iluminaria con el certificado ATEX para atmósferas donde se emplean materiales químicos inflamables y/o explosivos.