Los coches con motores de combustión interna tienen los días contados. Al menos eso es lo que dicta la directiva de la Unión Europea para 2035, cuando todos los turismos nuevos y vehículos comerciales tendrán que ser neutros en emisiones de CO2. Sin embargo, la puerta no está cerrada del todo y los avances en nuevos materiales pueden ser claves para la descarbonización y el desarrollo de combustibles de nueva generación. En eso lleva trabajando desde hace décadas el químico español Avelino Corma (Moncófar, Castellón, 1951), que acaba de obtener el Premio a Inventor Europeo 2023 otorgado por la Oficina Europea de Patentes (OEP) por su dilatada y exitosa trayectoria profesional.

Es el último de una larguísima lista de reconocimientos y galardones, que incluyen el Premio Príncipe de Asturias de 2014 a la investigación científica y técnica, para un investigador que incluso ha llegado a figurar en las quinielas del Premio Nobel de Química. Y eso que Avelino Corma iba para agricultor, como su padre, hasta que quedó fascinado por las reacciones químicas y la composición, estructura y propiedades de la materia. Ahora puede presumir de más de 200 solicitudes de patentes europeas, muchas de ellas licenciadas por empresas internacionales, y una vocación indestructible.

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