Las obras para desmantelar la icónica gasolinera de Atocha ya han comenzado. Los surtidores de Repsol han echado el cierre tras 50 años dedicados a llenar los depósitos de los madrileños. Ahora, se enfrentan a un largo proceso de desmantelamiento. En noviembre de 2015, el Ayuntamiento de Madrid decidió no renovar la licencia de esta gasolinera del paseo de Infanta Isabel, una de las últimas que quedan en el centro de la ciudad. La concesión concluyó el 2 de junio de 2016, pero los surtidores habían seguido funcionando hasta ahora. La estación de servicio, de 1.500 metros cuadrados, contaba además con una tienda, un túnel de lavado y un párking de coches de alquiler por horas.

La gasolinera se encuentra situada en un lugar estratégico, una isleta enfrente de la estación de Atocha y del monumento a las víctimas del 11-M. Por eso, el Consistorio quiere aprovechar esta privilegiada ubicación para convertir el lugar en una puerta de entrada al eje cultural del Prado, tanto para los turistas como para los madrileños. "A Atocha llegan los AVE, los trenes de cercanías y los autobuses que vienen del aeropuerto. Se encuentra al lado del Parque del Retiro, del Museo del Prado, el Reina Sofía, el Jardín Botánico y la Real Fábrica de Tapices. Por eso, nos gustaría que se convirtiese en un centro cultural con información sobre las actividades, en el que se pudiesen sacar las entradas, e incluso que incluya una exposición que recuerde los hitos culturales de Madrid", explica a este diario el concejal del distrito de Retiro, Ignacio Murgui.

La intención es que estas instalaciones no vayan destinadas sólo a los turistas, sino también a los vecinos de la ciudad: "Siempre se dice que los que menos visitamos El Prado somos los madrileños. Debemos poseer una mayor conciencia del patrimonio cultural que tenemos", añade Murgui. La idea sería incorporar una zona verde y un equipamiento cultural, y que todo vaya acompañado de una mejora de las conexiones peatonales de la zona. Estos usos fueron elegidos después de un proceso participativo en el que colaboraron los vecinos de Retiro, los vocales de los grupos políticos y los técnicos de las áreas de Desarrollo Urbano Sostenible y Medio Ambiente y de Movilidad.El proyecto del Ayuntamiento va unido además a la ampliación de la estación de Atocha, anunciada por el Ministerio de Fomento, que permitirá duplicar su capacidad y que tiene como objetivo mejorar la integración urbana de la estación en el eje Prado-Recoletos.

De esta forma, la isleta donde se ubicaba la gasolinera podría acabar anexionándose de alguna manera a la emblemática estación de tren. Todo ello llevará aparejado un estudio de movilidad para buscar soluciones a la enorme afluencia de tráfico rodado que circula por esa glorieta.

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Imagen: Obras de desmantelamiento de la gasolinera de Atocha. SERGIO GONZÁLEZ VALERO